lunes, 28 de marzo de 2016

El arte popular cusqueño

Uno de los atractivos del recorrido por la región cusqueña es la variedad de artesanías típicas que ofrecen los distintos poblados. La alfarería, los tejidos y otras expresiones artesanales mantienen un conjunto de rasgos característicos –distintos, por ejemplo, de los de la artesanía de Huaraz o de Ayacucho- , al mismo tiempo que ciertos detalles varían de localidad en localidad. La ciudad del Cusco, sobre todo en el pintoresco barrio de San Blas, ofrece una gran variedad de productos artesanales de todo el departamento.
Se aconseja a los viajeros adquirir artesanía en los centros de productores, en tiendas especializadas y en los mercados de abastos, desconfiando de la calidad de lo que ofrecen aisladamente algunos vendedores callejeros. Es importante recordar que no está permitida la comercialización de piezas de arte ni de reliquias históricas, precolombinas o coloniales, por ser delito contra el patrimonio cultural de la nación. Por consiguiente, deben rechazarse las ofertas clandestinas de presuntos objetos artísticos antiguos.

El estilo artesanal cusqueño
La artesanía andina conserva muchas tecinas y formas precolombinas. Tal es el caso de los telares tradicionales, sean verticales, horizontales o de cintura, o de las técnicas del paleteado y del moldeado para la cerámica. Del arte virreinal, en cambio, la artesanía cusqueña ha heredado el ropaje formal y el lenguaje artístico, presentes en sus variadas expresiones, como la imaginería religiosa.
A continuación algunos ejemplos de artesanía cusqueña.     

Textileria
Como ha señalado el investigador científico John Murra, los tejidos eran uno de los objetos más esmeradamente trabajados y más apreciados por los antiguos peruanos. Poseían un valor de cambio para pagar tributos y servicios recibidos y tenían además un valor simbólico y ritual. Finalmente, dependiendo de su calidad, eran objetos que otorgaban status a su propietario. No es casual que hasta el día de hoy las campesinas quechuas de las zonas aledañas al Cusco, sobre todo de las comunidades del Valle Sagrado de los Incas, conserven la tradición de ser diestras productoras de tejidos de una belleza asombrosa.
Confeccionadas con lana de alpaca, llama u oveja, las prendas que tejen las campesinas son variadísimas, desde los chumpis o fajas, hasta los ponchos, pasando por las llicllas (chales), queperinas y unkuñas que usan las mujeres para llevar en la espalda a sus bebés o diversos productos. Lo característico de todas estas prendas son los ornamentos utilizados en el diseño, los así llamados pallaes, que han dado fama a los textiles cusqueños. Estos ornamentos tienen por lo general una rica variedad de motivos zoomorfos y antropomorfos, pero también incluyen presentaciones simbólicas del sol y las estrellas, los fenómenos naturales y los campos de cultivo, al extremo que hay autores que consideran que los tejidos son el libro de la sabiduría andina.
Tejidos elaborados por las campesinas de la comunidad de Pisac, Chinchero, Calca y Lares en el Valle Sagrado, así como de otras poblaciones de la región del Cusco, pueden ser encontrados en las ferias dominicales de Chinchero y Pisac, y en algunas tiendas especializadas de la ciudad. En esta última los precios pueden parecer elevados, pero su calidad garantizada los justifica.

Imaginería
La técnica y el colorido de la imaginaria cusqueña, a diferencia de la textileria, se originan, sin rezago preciso alguno, en la época colonial. La madera, el maguey, el yeso y la tela encolada son los materiales con los que los imagineros cusqueños dieron forma original a vírgenes, santos, cristos, ángeles, niños manuelitos y reyes magos.
San Blas es el barrio que concentra el mayor número de imaginarios. En torno a la plaza y en las calles aledañas se encuentran los talleres de las familias Mendivil, Olave, Mérida y Rojas, que conforman verdaderas dinastías de artistas populares. La de los Mendivil, por ejemplo, se remonta a más de un siglo. El representante más famoso de este clan fue don Nicolás Góngora, que vivió en la centuria pasada y esculpió las imágenes de santos que hasta ahora se veneran en muchas de las iglesias distintas provincias del Cusco. Eran admirados, sobre todo, sus patrones Santiago, por lo que el artista recibía encargos hasta de los departamentos vecinos. Hilario Mendivil y su esposa Georgina Dueñas, por su parte, ganaron renombre internacional en los años setenta y ochenta con sus delicadas imágenes de cuello largo. Ahora son sus hijos quienes continúan la tradición familiar.
Así como los Mendivil, cada imaginero de San Blas tiene su especialidad y estilo característicos. Manuel Olave debe su prestigio a sus niños manuelitos. Santiago Rojas, a las pequeñas figurillas que representan a los bailarines de la fiesta de Paucartambo y a sus máscaras. Edilberto Mérida, a su cerámica expresionista o “grotesca”, como el mismo artista la ha bautizado, y a sus reproducciones de la pintura cusqueña colonial.

Cerámica
La producción alfarera tradicional se ha refugiado en el pueblo de Racchi, a 115 km del Cusco, en la carretera a Sicuani. Utilizando técnicas heredadas de los Incas, como el moldeado en base a cintas, los pobladores del lugar producen tanto cerámica utilitaria que comercializan en las ferias de  la zona, como objetos destinados al mercado turístico, incluidas las famosas salamandras, que son vasijas en forma de botella coronadas por una figura zoomorfa.
Los alfareros de Pisac, a su vez, se especializan en la decoración de la producción de Racchi dentro de la así llamada “línea incaica” que recurre a la policromía y los motivos geométricos tan característicos de la cerámica inca. Otro rubro importante de la artesanía del lugar son las chaquiras, cuentas de cerámica decoradas también con diseños geométricos tradicionales.
En el mismo Cusco destaca la producción de la familia Ruiz Caro, iniciadores de la así llamada “Cerámica Cusqueña”, que se caracteriza por la fabricación de cerámica utilitaria, sobre todo vajilla, que combina un esmaltado de alta calidad con la estilización de los motivos de la cerámica incaica.

Platería
La platería cusqueña combina técnicas y motivos prehispánicos y coloniales. Uno de los objetos más difundidos son los tupus, grandes alfileres ornamentales usados por las campesinas para sujetar sus mantas y que ya eran utilizadas por los Incas. Trabajados no sólo en plata sino también en cobre, los tupus destacan por la rica ornamentación de la cabeza del alfiler con motivos zoomorfos y fitomorfos. Cuchillos ceremoniales o tumis, llamas, vicuñas e idolillos antropomorfos son también objetos característicos de la platería cusqueña que recogen tradiciones prehispánicas.
Entre los artesanos que trabajan en la ciudad con técnicas y temática tradicional destaca Gregorio Cachi, diestro en el uso de técnicas de origen precolombino, como el boceteado de moldes en barro mezclados con pelos de alpaca y cuy, al igual que el repujado y martillado. Prendedores, collares, tupus, anillos y diversos objetos utilitarios son la especialidad de la familia Cachi.
En el rubro de la joyería, tanto de oro como de plata, sobresale la dinastía de los Ormachea, padre e hijos, y Carlos Chaquiras, quienes trabajan preferentemente en el estilo colonial y en el étnico, que se caracteriza por la estilización de motivos de la orfebrería prehispánica.

Cerería y tallado en madera  
La cerería cusqueña es reconocida por la fabricación de velas y cirios decorados, cuya función originaria era cubrir las necesidades del culto, pero que en las últimas décadas son también demandados por los turistas. La familia Moreno, del barrio de San Blas, se dedica a este arte desde hace varias generaciones. Por otro lado, las tiendas especializadas en la venta de velas artesanales, talladas y coloreadas, se concentrar en la calle Meloc, a pocas cuadras de la Plaza de Armas.
Existe también en el Cusco una notable artesanía de talla en madera, aplicada a la fabricación de muebles, marcos, retablos y objetos ornamentales diversos. Utilizando como materia prima el cedro y la caoba, estos artistas realizan su obra en base a motivos como las uvas, jarrones, grecas y muchos otros. Un especialista reconocido por sus pequeños balcones ornamentales, que pueden servir como mostrador o para exhibir imágenes religiosas es Domingo Álvarez, quien tiene su taller en plena plaza del barrio de San Blas.

Los innovadores
Una cerámica muy original que combina técnicas prehispánicas con diseños propios es la que está produciendo Pablo Seminario en su casa taller de Urubamba. Su cerámica utilitaria, así como los botellones escultóricos y los cuadros hechos en base a placas de cerámica, se pueden adquirir en la tienda “La Mamita”, en la plaza mayor de la ciudad.
El diseño inspirado en motivos prehispánicos es también la especialidad de Miki Suzuki, quien expresa su arte sobre todo en chompas, joyería y cerámica. La tienda se llama “Pedazos”, de la calle Plateros donde se vende esta fina producción artesanal.
La fabricación de velas adornadas en base a productos andinos como la coca, la quinua y el maíz y con formas sumamente originales es la especialidad de Cecilia Peralta, heredera, como tantos otros artistas, de una tradición familiar. Su arte se puede apreciar en “La Tienda Taller” del Portal Comercio en la Plaza de Armas.



Talleres y tiendas
Textileria
Tiendas Museo de Josefina Olivares e hijos
            Plateros 334 y Santa Clara 501
            Alpaca 111
                        Plaza Regocijo 202
                        Aeropuerto Velasco Astete (Sala de Embarque)
                        Hotel Libertador (interior), Hotel Monasterio (Interior)
                        Machu Picchu Sanctuary Lodge
Plateros
            Gregorio Cachi
                        Urbanización Ttio U-4
                        Tel. 224052                                      
            Hernán Ormachea
                        Plateros 372
            Carlos Chaquiras
                        Triunfo 375
Imaginería
            Antonio Olave
                        Calle Plazoleta 651
            Agripina Mendivil
                        Plazoleta de San Blas 646
            Juana y Felicia Mendivil. Museo de Hilario Mendivil
                        Plazoleta de San Blas 634
            Francisco Mendivil
                        Calle Plazoleta 619
            Mérida. Tienda
                        Plazoleta San Blas 120-B
                        Taller: Carmen Alto s/n
            Santiago Rojas
                        Suytucato 751
Cerámica
            Ruiz Caro. Taller
                        Calle Coquimbo 1121, Santiago
Tiendas de velas
            Comercial San Carlos
                        Meloc 409
            Cerería San José
                        Meloc 495
            Familia Moreno
                        Taller en Carmen Alto 187
                        Tienda en San Agustín 307, interior 105
Taller en madera
            Domingo Álvarez Corimanya
                        Plazoleta de San Blas 652
Principales artesanos del barrio de San Blas
            Georgina de Mendivil
                        Plazoleta de San Blas 634
            Francisco Mendivil
                        Plazoleta de San Blas 619
            Edilberto Mérida
                        Carmen Alto 133
            Antonio Olave
                        Plazoleta de San Blas 651
            Santiago Rojas

                        Suytucato 751            

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